La ruta comienza en el Centro de Visitantes, enclavado dentro del Parque Municipal en pleno palmeral. A la salida del Parque, se encuentra la Oficina de Turismo, en la que se puede obtener información adicional de la ciudad.
Desde este punto, los visitantes pueden dirigirse en primer lugar al Palacio de Altamira, antigua fortaleza militar que alberga el Museo Arqueológico y de Historia de Elche.
Frente a éste, al cruzar la calle, se alza la magnífica Basílica de Santa Maria, en cuyo interior se celebra anualmente El Misteri d’Elx, drama sacrolírico medieval declarado Patrimonio de la Humanidad.
Continuando con el recorrido, tomamos el Carrer Major de la Vila y verdadero eje de la Vila Murada en el que se encuentra el antiguo Hospital de la Caritat, construido en el s. XIV y que hoy alberga la sede del Patronat Nacional del Misteri d’Elx, la denominada Casa de la Festa. En el mismo camino encontramos la Ermita de Sant Sebastià de inicios del s. XV y que en su origen fue una iglesia gótica. Este edificio ha sido recientemente restaurado para acoger el Museo Municipal de la Festa.
Tras conocer un poco más los entresijos de la Festa o Misteri d’Elx, el mayor patrimonio cultural de la ciudad, podemos dirigirnos al Ayuntamiento, la casa consistorial más antigua del sur del País Valencià, junto al cual se levanta la Torre de Calendura.
Seguimos el recorrido por las calles Corredora y Hospital, parte importante del comercio tradicional de Elche, y llegamos a la Glorieta, auténtico lugar de encuentro con sus terrazas y cafeterías donde también encontramos el Gran Teatro.
Siguiendo el Carrer Ample avanzamos hasta el Passeig de les Eres de Santa Llúcia para encontrarnos con el Convento de Nuestra Señora de la Merced del s. XIV. En el sótano del edificio se han restaurado los baños árabes, que permiten conocer las costumbres de la comunidad musulmana durante su largo asentamiento en la ciudad.
Otro elemento que puede dar idea de la importancia y magnitud del recinto amurallado que rodeó Elche, es la Torre de La Calahorra. Construcción de origen árabe, que defendía la entrada más importante de la ciudad.
De vuelta, nos encontramos de nuevo en el Parque Municipal desde donde partimos. En su interior podemos encontrar la construcción del Molí del Real, un molino harinero medieval movido por la fuerza del agua de la Acequia Mayor del Pantano, que riega los huertos de palmeras.